jueves, 1 de julio de 2010

¿El fin de la búsqueda?


Este fin de semana se alinearon los planetas y se pudo llegar al climax de la paz interior...

No, no me he vuelto filósofo ni nada parecido... jejeje. Comencemos por el principio...

El Viernes y Sábado pasados tuvo lugar, en Cantabria, y bajo un sol y un calor de justicia, la primera edición del Legend. En este rally pudimos ver Gr.B y más maquinaria oscura que nos hizo retroceder muchos lustros en el tiempo, rememorando viejas luchas por el triunfo protagonizadas por los llamados "dioses del Olimpo automovilístico" a bordo de aquellas máquinas endemoniadas, sin ningún tipo de asistencia a la conducción ni estúpidas normativas que caparan su rendimiento, tanto competitivo como auditivo y sensacional al aficionado.

La tónica del fin de semana fue la del puercoespín, con los pelos de punta por culpa de la borrachera de emociones, nervios y ansias que sufrimos todos los que tuvimos la suerte de presenciar tal acontecimiento.

Pero quizá lo mejor de todo fue el haber organizado una quedada entre gente que compartíamos la misma enfermedad causada por los viejos y buenos tiempos, que añoramos (pese a que muchos no los conocimos) y que jamás tuvieron que acabarse. Algunos ya nos conocíamos, pero otros locos, acudieron a la llamada a ciegas, a la aventura, sin saber muy bien qué y a quiénes iban a encontrarse,... pero esta enfermedad tiene un don muy especial que compensa todo esfuerzo y es que todo el que la padece es un magnífico ser.

La llamada del "lado oscuro" fue un éxito y nada menos que más de quince nos juntamos para asistir al ritual de adoración de aquello que nos apasiona y que calmaría nuestras ansias al menos un tiempo. El mero hecho de haber disfrutado de la ceremonia durante dos días con gente tan maravillosa y dispar (comprendida en un abanico de más de treinta años de edad), pero con el mismo fuego interior y de distintas partes del país hizo que en esos días se alcanzara el clímax de paz interior, y es que la búsqueda, para mi, había finalizado.

La felicidad no es llegar a una meta, unos objetivos o una serie de cosas, es dejar de lado absolutamente todo y dar rienda a tu pasión con gente que comparte tus ideales: la enfermedad oscura. Lo peor es la vuelta a la realidad... eso sí, pensando y trabajando por una nueva alineación interplanetaria el día a día se hace más llevadero...

Ahora "seguiremos jodiendo por San Marino y Lloret", ya me entendéis....

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