lunes, 26 de abril de 2010

La primera vez... crónica de un debut anunciado.


Pues si. Todos sabéis que mi pasión por esto de los rallyes se remonta a mi infancia, desde el correpasillos (eso dicen en casa), por lo que el acabar montado en un coche de rallyes era cuestión de tiempo.
Tras muchos dires y diretes en casa, mucho sacrificio y una buena oportunidad, me lié la manta en la cabeza y se puso en marcha un proyecto que se culminó este fin de semana con la disputa del IV Rallysprint Villa de la Sidra.
Mi fanatismo por este deporte me llevó a preparar la carrera como si de un profesional se tratase, empezando los "deberes" varias semanas antes de disputarse. Es una tarea que no se ve, pero que a mi me encanta, pues te lleva a conocer mucha gente y aprendes a moverte en este mundillo.
Tras tenerlo todo amarrado había que acabar el coche, estando finalmente a punto el mismo día de las verificaciones, que por supuesto fueron superadas con éxito.
Yo pensaba que me iba a poner nerviosísimo los minutos previos a la disputa del primer tramo, pero no fue así, la concentración y la adrenalina son los protagonistas de esos instantes previos y cuando sales a tramo... el nirvana... entras en un estado de felicidad absoluta, como si flotaras, se te abren las puertas del edén de par en par, todo acompañado por los ruidos del rallye: tu voz cantando notas, los comentarios del piloto acerca de correcciones a señalar en alguna curva, el motor, la caja de cambios engranando marchas, las blocadas de freno, derrapadas, la gravilla chocando con los bajos, los gritos del público (se oyen, creedme)...
Participar en un rally es como un baile de salón, tiene un ritmo, y éste puede aumentar o descender, tan pronto estás dando el máximo en el "asiento del miedo" como estás charlando con tus "rivales" en un reagrupamiento distendidamente... y como todo lo que te apasiona cuando te quieres dar cuenta, cuando relamente lo estás disfrutando al máximo, te encuentras presenciando la entrega de premios...
Lo que sí que es verdad es que una vez que lo pruebas no lo puedes dejar y ya estoy "sufriendo el mono" de repetir experiencia.
De momento lo pasamos bien, terminamos el rallysprint, no sufrimos ningún percance (ni mecánico ni de chapa) y encima ganamos la categoría HA, ¿se puede debutar con mejor pie?

lunes, 19 de abril de 2010

Ganas...

Me estaba acordando de mis primeros rallyes como aficionado. Desde pequeño tuve mucha afición, pero hasta los quince años no pude asistir como aficionado a las cunetas.

En casa nunca hubo especial sentimiento por las carreras, por lo que aquello de que algún familiar me llevara no estaba entre mis posibilidades, ni suquiera entre los compañeros de colegio podía tirar de un hilo para acoplarme con alguien... era un incomprendido en un ambiente de fútbol en clase y ciclismo en casa.

Y la verdad es que fue gracias al ciclismo que empecé a moverme para ir a los rallyes, cosa que en Asturias no es nada sencillo, famosa, entre muchas otras cosas por la (maldita) cantidad de cuestas que tienen sus carrteras. Los fines de semana practicaba este deporte (que me sigue gustando) cada fin de semana con un club y estaba en plena forma.

Recuerdo perfectamente un rally en concreto, el Rally de Siero, en el año 2005. La prueba transcurría cerca de casa, con dos tramos a escasos 20 kilómetros, con lo que el ir en bici era viable. La cuestión era cargar con las vituallas en la mochila, nada grave.

Así que partí y estuve en un par de tramos, en Muncó y en Carbayín. La mañana fue muy bien, pero lo malo vino después, cuando en mi contrarreloj particular para llegar a tiempo a ver entera la pasada en Carbayín empezó a llover, a llover no, miento, ¡a diluviar!, lo que unido a los tres últimos kilómetros de subida tremenda, el tener el tiempo justo de llegar y el cansancio del pedaleo hizo que aquél trecho fuese un auténtico infierno en el que empecé a pensar el qué diablos estaba haciendo allí, pillando una mojadura de esas que hacen época y papando más frío que un tonto...

En éstas estaba cuando llegué arriba y me vieron llegar conocidos, que bajo los paraguas y los chubasqueros aguardaban a que empezara el espectáculo y fue entonces cuando llegó a mis oídos cosas como: "¡Estás loco!", "a quién se le ocurre..." etcétera, etcétera, a lo que les contesté yo: "¿Loco? No, sólo ganas..."

Eso sí debo decir que ése fue mi último año en esas condiciones, pero para mi los rallyes así tenían un sabor muy especial...

sábado, 17 de abril de 2010

Presentación

¡Hola a todo el mundo!

Este es el resultado de meses de peticiones de mucha gente: "Tienes que hacerte un blog...", "¿Para cuándo una página con tus vivencias?"... y cosas por el estilo. La verdad es que la idea me seducía, pero no es hasta el día de hoy que no me animé a ello.

Sin más, aquí recogeré mis andanzas por los rallyes, tanto en las cunetas como en el cockpit, para que podáis sentir y vivir todas las emociones de este apasionante deporte. Os animo y os invito a que me acompañéis en mis aventuras.

Muchas gracias a todos de antemano. ¡Empezamos!