miércoles, 5 de mayo de 2010

Por esos mundos...


Este fin de semana nos liamos de nuevo la manta a la cabeza e hicimos una visita a nuestro vecinos portugueses, para ver la subida a Falperra el sábado y el europeo de rallycross en Montalegre el domingo.
Fue mi primera salida al extranjero, pues nunca dejé la patria. La experiencia fue muy edificante, pues pude comprobar el modo de ver las carreras de los lusos que podría definir en tres palabras: ruidosos, obedientes y conformistas. Ruidosos porque hablan a voces (y yo que pensaba que era exclusivo de los asturianos...); obedientes porque cumplen las normas de seguridad a rajatabla, seguridad que por cierto, en la subida, era extrema, con alto despliegue de guardias y soldados (si, el ejército estaba también presente); y conformistas porque jamás les vi pelearse por un sitio mejor para ver las carreras, ni una protesta a los guardias... En este aspecto nada que ver con lo que podemos ver en España, que poco más o menos "nos la sopla" la autoridad (siendo un poquitín exagerados claro).
Pero quizá, el auténtico sabor del fin de semana, de irse de carreras a Lusitania, es el trayecto a recorrer por sus carreteras para llegar a tu destino. Simplemente es como participar en un rally. ¿Por qué? Simplemente porque sus carreteras son talmente tramos cronometrados, retorcidos, revirados, peligrosos y llenos de trampas, pero también bonitos, muy bonitos.
Tuvimos el gusto de recorrer el parque natural de Perena-Gerés y es simplemente espectacular, tanto sus paisajes, pueblos y carreteras... no paraba de soñar despierto, viendo imaginaciones de los gr. B y primeros gr. A batiéndose el cobre por aquellas curvas, con los barrancos de testigos directos y unos imaginados aficionados que abarrotaban las cunetas y dejaban un estrecho pasillo al paso de los coches... ¡increíble!
Y es que, lo mejor de ir de carreras, es el conocer parajes únicos que de otra manera no conocerías. Como decía aquél, "lo mejor del viaje no es llegar, si no el camino que te lleva al destino". Una verdad como un templo.
Ya tengo ganas de volver a perderme "por esos mundos"...

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